No quiero transmitirles soberbia ni tampoco deseo que después de lean esto comiencen a pensar en una ideología concreta o en un partido determinado, no es esa la cuestión de la que me gustaría hablar. Simplemente, desde la perspectiva que me otorga mi aún temprana edad en cuanto a la vida, he podido observar lo equivocados que estamos en multitud de sentidos. Quizás la palabras no sea equivocados, sino que lo más indicado sería destacar lo poco implicados que estamos con nuestro papel como personas y como ciudadanos.
En mi país, cada día que me levanto escucho noticias con palabras sacadas de contexto e información manipulada o mal planteada; personas desacreditando a otras por el peinado que llevan o el perfume que usan, e incluso por el sexo al que pertenecen; casos de corrupción donde políticos "salpicados" por esta marea de crudo no son capaces de admitir su error y dimitir; promesas electorales que nunca se cumplieron las cuales se pretenden subsanar con medidas electoralistas el último año de candidatura; huelgas que se ignoran... Cada día escucho hipocresía, y no solo de parte de estos ineptos gobernantes que tenemos, sino también soy consciente de la falta de consciencia y de lucha de la sociedad civil, y en mi caso, la de mi generación.
El tema de la política que se lleva a cabo de mi país me parece denigrante en muchísimos sentidos. En primera instancia, existe una falta de profesionalidad y de sinceridad que se asemeja a la cantidad de oxígeno molecular en Venus. No cabe en mi cabeza cómo es posible que un gobierno se atribuya haber sacado al país de la ruina, cuando la mayoría de las decisiones tomadas en ese ámbito, apenas han dependido de ellos. Tampoco consigo entender cómo son capaces de ignorar la realidad de la sociedad que han maltratado con sus políticas, cómo querían quitarle voz a la decisión del aborto a la mujer, cómo han querido sellarnos las bocas para que no podamos gritar o cómo nos han puesto el IVA cultural más alto de Europa, cómo se han puesto a hacer oídos sordos a esas manifestaciones... Ahora, "nos venden la moto". Ahora, a unos meses de las elecciones, nos proponen medidas no del todo terribles, cómo si eso fuera a arreglar algo de lo que han hecho.
Se empeñaron en hacer la octava reforma educativa de este país, como si ya el sistema no estuviera mal, y claro está, en lugar de inspirarse en alguna de un Estado cercano que funcionara bien, recogen ideas de reformas de hace 50 años, porque estaba cantado que esa era en todo momento, la mejor solución para todos las deficiencias que tienen este engranaje. La cuestión es que ahora han sacado una innovadora y, si cabe, mejor idea: el famoso 3+2.
Estos párrafos en los que ha hablado del gobierno elegido en mi país, está claro que es totalmente el personal, y les invito a discrepar, a no estar de acuerdo conmigo, puesto que todos tenemos ideologías y pensamientos distintos. Aún no me siento atraída por ningún partido en particular, pero sí sé por cuáles no, y de ellos, quienes son los que comparto, o no, mis intereses. Por todo esto, me gustaría ser respetada ya que este es mi punto de vista.
Como comenté, en una cara de la moneda está eso. En otra está el conjunto de ciudadanos sin criterio alguno. Hay una gran parte de mi país, que no es capaz de tener opinión ni criterio, hay gente que directamente no piensa. Han puesto mierda, porque eso es lo que han puesto, han puesto verdadera escoria en los medios, que no es nada fructífera, y la han tomado. No somos conscientes de las generaciones que estamos creando, de los monstruos insensibles que nos rodean. Mucha de la gente joven que conozco no es capaz de rebatir nada ni de si quiera preocuparse por alguna causa que le afecte. Pero nadie parece darse cuenta de ello, y menos aún, de querer hacer algo al respecto, por no ser una generación perdida de cerebros que nunca llegaron a desarrollarse, y aquellos pocos que alcanzaran esa madurez, se fueran para siempre de aquí.
Sin ir más lejos, esto ocurre en las huelgas de estudiantes. Desde mi punto de vista, el sindicato de estudiantes organiza las huelgas de manera lamentable. Comparto las causas, pero no el modo. Una huelga de tres días sin manifestación alguna no provoca nada, y menos en este país, en el que en casi cuatro años de gobiernos se han convocado multitud de manifestaciones, en las cuales no han hecho caso alguno, y como siempre, se han manipulado las cifras de asistentes. La cuestión, es que hay estudiantes concienciados y preocupados, pero también hay una gran mayoría que quiere huelga para dormir en su casa. ¿Es normal que se organicen tan mal, para que unos insensatos se aprovechen de la lucha de otros?
Me gustaría llamar a la consciencia de los ciudadanos y que contestara. Madre mía, no que no seamos tontos y nos dejemos engañar por promesas ficticias. No dejemos que nuestros gobernantes no den ejemplo. No dejemos corrompernos por billetes. ¿Es tan difícil ser fiel a la verdad? ¿Es tan difícil preguntarse cosas de vez en cuando? ¿De verdad es tan difícil pensar y tener criterio?
No quiero que hayan opiniones iguales, tan solo me gustaría ver que los ciudadanos son capaces de consideran la información y de ser racionales, y no obrar cual rebaño ovino, siguiendo a un pastor sin saber muy bien por qué y con el miedo de esos furiosos perros.
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