lunes, 12 de enero de 2015

Time takes a cigarette.

A veces pienso que la vida me consume tal y como una llama lo hace con un cigarrillo.
No me gusta dar caladas, quizás sea porque en el fondo no quiero no provocar que ese calorcillo que me queda me engulla demasiado rápido, y quizás sea por eso por lo que le he cogido miedo a involucrarme.
Tal vez sea una tierna timidez o tan solo sea la tristeza acumulada. No lo sé. En ocasiones no hay nada malo que me rodee, sin embargo no tengo idea de cómo actuar para llegar a mis propósitos. Quién puede retomar el valor cuando te has quemado con una colilla. Es difícil dejar que las esperanzas e ilusiones recorran mis venas cuando su simple paso me envenena.

No hay comentarios:

Publicar un comentario