Supongo que todos tenemos una parte
negativa en nuestro interior, o como me gusta llamarla a mí “una
parte oscura”. Estos últimos meses de ti, con la libertad, sin
el estrés, sin la constante visión de gente que hace cosas mejor
que yo, o que es algo mejor que yo, por fin he conseguido olvidarme
de mis complejos, o de al menos no pensar en ellos, y si lo analizo
bien, me he sentido feliz.Por una vez, en mucho tiempo, siento que
las cosas van bien y que esta racha de cosas buenas no puede acabar,
pero noto que cada minuto que pasa, cada segundo que indica tu final, también implicará el final de este periodo, y no sé si
estoy preparada para el mundo real, y para los mismos miedos. No sé
si seré capaz de mirar el mundo con una sonrisa, cuando vuelvo a
tener los mismos problemas de siempre. A veces he sentido vivir en una
especie de limbo depresivo. A veces he sentido caer en ese pozo,
donde está mi parte oscura, cuya fuerza es infinita, y su forma de
comunicación es tan agresiva, que no soy capaz de reaccionar. Me he
perdido en mil caminos buscando algo de amor, y no me gustaba
ninguno, ni en ninguno me sentía como en casa, porque yo aún no
tenía el mío. He estado sola y he gritado, pero solo había un
tremendo vacío de incomprensión. Y por una vez, porque esta vez sí,
he olvidado lo que es compararse, lo que es martirizarse con uno
mismo, lo que es mirarse al espejo y verse horrible y no saber si
quieres llorar o prefieres desaparecer, lo que es odiarme. Lo olvidé.
Quizás para algunos sentirse bien es lo normal. Pero para mí no lo
es. No quiero vivir en este estamento de tristeza. Estoy cansada de
ello. Estoy exhausta de ello. Estoy enferma de ello. Necesito caminar
por este sendero imperfecto, pero adecuado para mí. Necesito sentir
el sol en mi cara. Necesito el sonido del mar. Necesito reír con mis
amigas. Necesito cantar Life on Mars? en vinilo con mi vecina.
Necesito el olor de él cuando me abraza. Necesito besar sus labios.
Necesito ser libre de toda clase de culpa por ser cómo soy. Necesito
ser feliz. Necesito que no atardezca y que no se vaya este sol tan tuyo, porque no quiero estar triste. No quiero despertar. No quiero
pensar que todo esto ha sido un sueño sobre ti. No quiero que todo
vuelva a ser cómo antes, porque no sé si sabré soportar toda esa
carga. No sé. Necesitaba decir todo esto. No tengo ni idea si podré
parar mi magnetismo con la tristeza, pero al menos esta vez voy a
luchar por no chocar con ella. Necesito vivir. Necesito ser feliz. Tú me has hecho tan feliz, verano. Porque el sol brilla más cuando estás tú.
.jpg)
Escribes muy bonito, de verdad. Te digo que no es necesario que llegue el verano para que halles la felicidad, a veces la tienes más cerca de lo que piensas. Y sonríele al miedo, que seguro que tienes una sonrisa preciosa.
ResponderEliminarNo sabía que tenías este nuevo blog. Te leo, guapa. :)